-Lettre du 21 juillet 1774 (de Cordoba) : «El Erario de su Gabinete se encuentra consistente por ahora en tres Monetarios portátiles de Cedro de un tamaño, casi de igual estrechura y pensamiento, que esto lo había antes dado en uno solo de ellos, el célebre Anticuario y erudito Doctor D. Manuel Martín, Deán de Alicante, quien lo dejó en Sevilla, y habiéndose en vacío recogido, se volvió llenar en Córdoba, y también agregándole los dos restantes monetarios», con lo que se conformaron otros «tres con la… iedea de que (excepción del nuevamente bipartido) contase cada uno de 24 registros o tablas con sus tiradores, gruesas de cerca de pulgada, vara de larga y medio de ancho, que por mitad de su crasitud enhuecasen la mortajuela para encaje en ella de un cuadradito de cuatro dedos, cubierto con papel blanco, en cuya área se concavizase al punto cada medalla o moneda en un agujero, si grande o solitaria fuese, y en dos si acaso estuviese acompañada de otra. Teniendo en cualesquiera providencia escrito el expresado cuadrilátero para la comprensión común y su más pronto repaso en lo muy deleitable de íntegras y acabalables leyendas en manifestación de casi todas, con la mayor (que allí cabe) y concisa definición en nuestro idioma y voces numismalógicas de cada medalla, sus inscripciones, letras o caracteres propisimos que reproduce; y al mismo tiempo las que, si se quiere, se le pueden cómoda y galantemente añadir los cercenes y gastados de algunas de estas medallas. Interin se colocasen aquí otras más conservadas, o completas: indicando éstos suplementos de sus vacíos y deficiencias, letras más pequeñas de estilo grandón, y con puntos por debajo, demostrativas de algo de sus respetables dudas, y borrosidades, tanto en lo escrito arriba, que es el lado de su cabeza, o anverso, cuanto abajo en el de su reverso o dorso. El 1º Monetario en orden, aunque último de hechura en Córdoba, es el insinuado antes bipartiense, compuesto para el acomodo, y su mayor ampliación, en 58 pequeños registros de medias tablas, con iguales lóculos, y en el que, como Alfa y Omega católico, comienza la vista darse por el (tal cual o como se considerase) Amuleto Hebraico en bronce del busto y rostro de nuestro Dueño y Salvador Nazareno, acompañándole por debajo el reputado más excelente Siclo de plata de los antiguos samaritanos, y orlando la circunvalación y planisferio, porción dactylotecaria de pedrería pequeña en relieve y socavados de ágatas, amatista, ónices, sardoniches, cornerinas y diaspros, con diversas cabezas, bustos, figuras, sacrificios, cameos y especialidades. Sigueles un aglomeramiento de inconcretas, aunque muy avanzadas medallísticas series, principiando las familiarias romanas antiguas o consulares en plata, con otras de bronce y cobre. Luego otra muy grande, aventajadísima serie geográfica de lo mismo, de Romanas, Cartaginesas, Sicilianas, Griegas y de extraños reinos; Españolas en plata y bronce exóticas o de letras desconocidas, sus colonias, municipios, autónomas y de otras sus varias ciudades y pueblos. Después en oro algunas raras medallas Imperiales y Góticas. Otras serie metálica imperial de Griegas, una medalla de cada uno, como los siguientes. Otra la más grande de éstas, y difusa serie, metálica latina, de los Emperadores del Alto y Bajo Imperio. Otra serie de emperadores en plata. Otra igualmente en plata de sus augustos, rematándose con un seguido estudio coordinado de diversas medallas de plata imperiales en concurso de los sobredichos. El 2º Monetario (que es el antiguo y como va apuntado fue la caja usada del dicho Deán Martín) comienza por una porción en serie de gran bronce, de bellas medallas Paduanas imperiales. Estas sigue otra de medallas antiguas imperiales desconocidas por algo oscuras. Luego otra en pequeño bronce, del Imperio alto, tenidas por muy raras de tamaño. Proponese después el seguido coordinal estudio en serie de todas las adquiridas medallas de cada emperador con sus Augustos en grande y mediano bronce del imperio alto, en su separada clase, que alguna arribará cien medallas diferentes con que se concluye. El 3º y último al presente existente Monetario, contiene el otro seguido Estudio en serie de pequeño bronce, del imperio bajo, con toda su amplitud, y algunas de ellas rarísimas y grandes, con nuevos descubrimientos de sus acuñados, y clase de algún emperador con ciento y cincuenta medallas diversas. Lo que sigue es porción de medallas Orientales de diversos Emperadores Constantinopolitanos, las que se van cresciendo con otras sueltas, para acabar de completarlo; y en interim suple el vacío lo siguiente. Una abundante colección de medallas arabescas de todos metales y tamaños, con varias preciosas piedrecitas inscripcionadas de ellos, y sus caracteres con una plancha de lo mismo en cobre. Otra buena colección de medallas ancianas españolas de todos géneros y metales, de nuestros antiguos Reyes. Y otra colección iconográfica de medallones y medallas nuevas en todos metales de Pontífices, Emperadores, Reyes y personajes ilustres. De todos Reinos, Getones y Medallas, o monedas ancianas y modernas corrientes, con varias de curiosos emblemas y enigmáticas. Hay en granel suelto porción difusa, que se está también en coordinar (mediante Dios) por el mismo su conglutinador...» (Madrid, Biblioteca Nacional, mss. 18630 ; Sevilla, Biblioteca Capitular y Colombina, mss. 59-3-44 ; Salas Alvarez 2008, p. 167-169).